¿Sabías que una alimentación sin carnes ayuda a cuidar el medio ambiente y podría contribuir a reducir el hambre en el mundo?
Aunque no lo creas, algo que parece tan individual, tan personal como la elección de qué comer, tiene consecuencias tanto a nivel medioambiental como social y económico.
En una declaración al diario The Times, Lord Stern, experto mundial en cambio climático, afirma que la ganadería destinada al consumo de carne representa "un despilfarro de agua y contribuye poderosamente al efecto invernadero". Este señor es economista y autor de un conocido informe, encargado por el gobierno británico, acerca del impacto del cambio climático y el calentamiento global en la economía mundial. Además, fue miembro asesor de la Secretaría General de la ONU.
Según cifras de la ONU, la producción de carne es responsable de al menos un 18% de las emisiones globales de CO2.
Los motivos principales son:
1- El uso y cambio de la tierra para la producción de alimento para el ganado, especialmente soja, y la deforestación indiscriminada para la actividad ganadera. De más está decir que esto está provocando la desaparición de muchas especies de plantas y animales.
2- El metano emitido por los rumiantes (bovinos, ovinos, caprinos, búfalos, camélidos). La producción de este gas es parte de los procesos digestivos normales de los animales. Durante la digestión, los microorganismos presentes en el aparato digestivo fermentan el alimento consumido.
Este proceso, conocido como fermentación entérica, produce metano, que es exhalado o eructado por el animal.
POR 1KG. DE CARNE
Para producir apenas 1kg de carne:
- Se utiliza una extensión de terreno que, si se empleara en la obtención de vegetales, produciría muchísimo más alimento y de una calidad superior.
- Se consumen cientos de litros de agua y otros tantos son contaminados por los desechos animales, los antibióticos y las hormonas, los fertilizantes y pesticidas para fumigar los cultivos forrajeros.
- Casi un 40% de la cosecha mundial de cereales se destina a la alimentación de animales. Una res consume unos dieciséis kilos de granos y forraje para producir un kilo de carne. Un cerdo, seis. Una gallina, tres.
¿Cuántas personas podrían alimentarse con esos granos y cereales?
Para cerrar, les dejo una pregunta: ¿no les parece que vale la pena cambiar los hábitos alimenticios?
Sí la respuesta es sí, no se pierdan el próximo post sobre alimentación inteligente.
Instr. Silvina Tenenbaum
jueves, 10 de febrero de 2011
miércoles, 2 de febrero de 2011
Conciencia y medio ambiente
Nuestro Método tiene la propuesta de conducirnos a un estado de megalucidez, de expansión de la conciencia y del autoconocimiento.
Esa conciencia que poco a poco vamos desarrollando nos da una gran libertad, la libertad de elegir en cada minuto de la existencia. Pero también implica una gran responsabilidad, pues cada vez comprendemos mejor cómo nuestros actos, palabras e incluso pensamientos repercuten en nosotros mismos, en los demás seres humanos, en las otras especies de la naturaleza y en el universo del cual formamos parte.
Si recuerdan el post sobre calidad de vida, mencionábamos entre otras cosas que la calidad de vida consiste en relacionarse de manera distendida, ética y responsable con el medio ambiente.
Pero ¿qué será relacionarse de manera ética?
En términos generales podemos decir que un comportamiento ético es aquel que tiene en cuenta la naturaleza, los seres humanos y los animales.
Así como cuidás tu casa, porque es el lugar donde vivís, poque te gusta que esté limpio, que esté ordenado, que haya confort y por respeto a las personas con las que convivís, del mismo modo podrías cuidar el medio ambiente. ¿Los motivos? Exactamente los mismos por los cuales cuidás tu casa.
Hacerlo es muy simple, y podés comenzar hoy mismo. Si cada uno de nosotros lleva a cabo algunas pequeñas acciones, ya estaremos haciendo un gran aporte que mejorará nuestro entorno (o al menos impedirá que siga deteriorándose).
Tal vez muchas personas no perciban los beneficios de esa actitud porque los resultados no son inmediatos, pero a largo plazo esto hará una gran diferencia.
Los bosques son ecosistemas imprescindibles para la vida; allí viven miles de seres vivos, regulan el agua, conservan el suelo y la atmósfera... es nuestra responsabilidad que sigan existiendo.
PARA PONER EN PRÁCTICA
- Cerrá la canilla mientras te lavás los dientes.
- Tomá baños breves y evitá los baños de inmersión.
- Reciclá el papel, por ejemplo armando anotadores con hojas utilizadas que aún tengan una de sus caras en blanco.
- Buscá al cartonero de tu barrio (siempre hay uno) y entregale todos los cartones, papeles limpios y envases tetrabrick.
- Si precisás usar pilas, que sean recargables.
- Llevá tu propia bolsa al supermercado para no utilizar las de plástico.
- Adoptá una alimentación sin carnes. Aunque no lo creas, tal como lo declaró Lord Stern, quien fue miembro asesor de la Secretaría General de la ONU, eso ayudará a combatir el efecto invernadero. Pero esto lo dejamos aquí, ya que será tema de nuestro próximo post.
¡Hasta la próxima!
Instra. Silvina Tenenbaum
Esa conciencia que poco a poco vamos desarrollando nos da una gran libertad, la libertad de elegir en cada minuto de la existencia. Pero también implica una gran responsabilidad, pues cada vez comprendemos mejor cómo nuestros actos, palabras e incluso pensamientos repercuten en nosotros mismos, en los demás seres humanos, en las otras especies de la naturaleza y en el universo del cual formamos parte.
Si recuerdan el post sobre calidad de vida, mencionábamos entre otras cosas que la calidad de vida consiste en relacionarse de manera distendida, ética y responsable con el medio ambiente.
Pero ¿qué será relacionarse de manera ética?
En términos generales podemos decir que un comportamiento ético es aquel que tiene en cuenta la naturaleza, los seres humanos y los animales.
Así como cuidás tu casa, porque es el lugar donde vivís, poque te gusta que esté limpio, que esté ordenado, que haya confort y por respeto a las personas con las que convivís, del mismo modo podrías cuidar el medio ambiente. ¿Los motivos? Exactamente los mismos por los cuales cuidás tu casa.
Hacerlo es muy simple, y podés comenzar hoy mismo. Si cada uno de nosotros lleva a cabo algunas pequeñas acciones, ya estaremos haciendo un gran aporte que mejorará nuestro entorno (o al menos impedirá que siga deteriorándose).
Tal vez muchas personas no perciban los beneficios de esa actitud porque los resultados no son inmediatos, pero a largo plazo esto hará una gran diferencia.
Los bosques son ecosistemas imprescindibles para la vida; allí viven miles de seres vivos, regulan el agua, conservan el suelo y la atmósfera... es nuestra responsabilidad que sigan existiendo.
PARA PONER EN PRÁCTICA
- Cerrá la canilla mientras te lavás los dientes.
- Tomá baños breves y evitá los baños de inmersión.
- Reciclá el papel, por ejemplo armando anotadores con hojas utilizadas que aún tengan una de sus caras en blanco.
- Buscá al cartonero de tu barrio (siempre hay uno) y entregale todos los cartones, papeles limpios y envases tetrabrick.
- Si precisás usar pilas, que sean recargables.
- Llevá tu propia bolsa al supermercado para no utilizar las de plástico.
- Adoptá una alimentación sin carnes. Aunque no lo creas, tal como lo declaró Lord Stern, quien fue miembro asesor de la Secretaría General de la ONU, eso ayudará a combatir el efecto invernadero. Pero esto lo dejamos aquí, ya que será tema de nuestro próximo post.
¡Hasta la próxima!
Instra. Silvina Tenenbaum
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